Sosoriqui
El análisis político
Por Carlos Rochín
“Al día de hoy con puntería fina podemos afirmar: conforme agarre ritmo la segunda gira por el país del ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández como aspirante a la presidencia de México, comenzará en breve; otro vertiginoso repunte en todas las encuestas”.
Lo anterior, lo consideramos de forma tal, que en este segundo momento, auguramos que en pocas semanas, desplazará a un claro tercer lugar a Marcelo Ebrard Casaubón y, al menos dos semanas antes del cierre de su promoción —según el método morenista—, empatará a la ex jefa de gobierno de la CDMX Claudia Sheinbaum Pardo.
Y es que, solo ciegos y sordos no pueden ver ni escuchar, la altísima estima y gran afinidad que existe entre el actual mandatario nacional Andrés Manuel López Obrador y su paisano tabasqueño, nativo de Paraíso.
Indistintamente del antecedente familiar profundo que une a los tabasqueños en mención, hay que decir que las señales de Palacio Nacional han venido sordas, pero en cascada, —una tras otra—, la más contundente, el momento en que el presidente le pide a Adán Augusto separarse de la gubernatura de su Estado para convertirlo en su poderoso secretario Gobernación, papel radicalmente opuesto a lo que venía desarrollando Olga Sánchez Cordero.
Dado lo anterior, el primer despunte acelerado en cuanto a posicionamiento personal del ahora delegado de Morena en busca de la coordinación nacional de la defensa de la transformación, fue a finales del 2022 con la socialización en los Congresos de los Estados de la reforma que otorga la extensión para que el ejército patrulle las calles hasta 2028, asi como la socialización de la reforma política y, posteriormente los “Diálogos Regionales. Gobernabilidad en México” a principios de 2023, todavía en su calidad de secretario de Gobernación.
El ahora destapado y robusto aspirante a la presidencia de México en su relación con quien a partir del primero de diciembre de 2018 lidera el movimiento denominado la «Cuarta Transformación», mucho más allá de lo que se dice y se escribe; ha sido sin duda, desde siempre según nuestra óptica; su hombre fuerte, el de su entera confianza, derivado del vínculo familiar de Payambé López Falconi y Aurora Hernández Sánchez.
No obstante lo anterior, tenemos información exclusiva de gente del círculo azul del ejecutivo federal, los que aseguran que el presidente López les ha expresado su deseo de que sea su “hermano” —Adán Augusto— quien lo suceda en la defensa férrea de su movimiento político, social y partidista, pero antes, con la condicionante inequívoca de posicionarlo en el espectro popular.
Hoy por hoy, de acuerdo al calendario interno del proyecto tras sexenal que mueve a las 4 corcholatas morenitas: Sheinbaum, Ebrard López y Monrreal, aunado los externos; Fernández Noroña y Velazco Coello, parece que el momento ha llegado.
Cabe señalar que, conforme a los sondeos y análisis de datos de diversas encuestas en el país, como ‘Massive Caller’ por mencionar solo una, casi todas confirman que el único aspirante que comporta un veloz, impetuoso y a veces acelerado crecimiento, es Adán Augusto, tendencia que de no cambiar su ruta lo estaría convirtiendo en el ganador de la justa del partido fundado por el mandatario nacional.
Por lo pronto, y de cara al 27 de agosto marcado para el cierre de promoción de las corcholatas, para luego dar paso a la encuesta, en Sinaloa, Adán Augusto López, ya debió haberle comido el mandado a Sheinbaum, quien era la que más sonaba.
En cuanto a la oposición al presidente, aunque han definido el método para su elección interna, se ven muy divididos, sin restarle importancia a que se vislumbran más de 10 aspirantes para jugar en su tablero político.
Así nuestro ‘timing’ político, con una calurosa dedicatoria para los incrédulos. Después no digan que no se los dije.
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