Roberto Eliseo Bernal Domínguez.
La oposición, es la unión de personas o grupos que persiguen fines contrapuestos a aquellos que buscan los grupos o personas que detentan el poder político o económico, que son reconocidos institucionalmente como autoridades respecto de las cuales los grupos de oposición hacen resistencia, sirviéndose de métodos y medios legales o ilegales y violentos.
El término se emplea también para hacer referencia al partido o partidos que no ostentan el poder político materializado en el gobierno y las políticas y programas que éste promueve. La oposición se considera un elemento básico y esencial de los regímenes democráticos.
En la historia la oposición estaba muy relegada, a pesar de las ideas post revolucionarias, los cambios de rumbo político era solo un sueño. El juego de las democracias en los parlamentos tiene un tinte fundamental, poco a poco surgieron cambios y con ello la representación de las minorías opositoras ha tenido un espacio formal dentro del sistema y no solo desde su ámbito ilegal o violento como se comenta al principio del presente dossier.
En nuestro poder legislativo, esto que se comenta no ha sido tarea fácil, en la pasada elección del presente año, el resultado electoral trajo consigo la distribución de la cámara local con una mayoría de la alianza política que hicieran los partidos morena y el partido sinaloense, se vió el surgimiento de lo que años atrás tenía el partido hegemónico del pri, lograron obtener 23 escaños de 24 que conforman el número de distritos electorales en Sinaloa. Tan solo el pri obtendría esa curul que les faltase, siendo así oposición con un solo distrital de mayoría relativa.
Por lo tanto, de acuerdo al número de sufragios que les otorgaron los ciudadanos, las bancadas quedaron compuestas de la siguiente manera: Morena con 20 legisladores, el PAS con 8, el PRI obtendría 8, a su vez el PAN tendría 2, y el PT y MC con 1, de no ser por los contrapesos de la representación proporcional, la oposición solo tendría una curul.
Entonces nuestra cámara local parlamentaria está conformada por 50% del partido morena, el Partido Sinaloense, con el 20% de representación, a su vez el Partido Revolucionario Institucional tiene 20%, el Partido Acción Nacional, el 5%, MC tiene el 2.5% y el PT tiene 2.5% de representación.
Y por lo tanto ¿dónde quedo la oposición?, se habla de un gran cambio político, se le aplaude al gobernador y al coordinador de la jucopo, que en el congreso se aceptó unánimemente el proyecto de egresos estatal y los municipales, no ¿hubo discordia acaso?, para el pri, el pan, el pt y mc, ¿todo estuvo bien?, ¿no hubo nada que aclarar?, es síntoma de civilidad política o que la oposición se perdió en el espacio.
Se extraña que en anteriores legislaturas, siempre ha sido el jaloneo político en el presupuesto estatal, sabemos que en la democracia moderna el ideal es planificar y llegar a acuerdos, pero las discusiones son fundamentales para que la ley sea garantía de que es general, los de mayoría hacen su trabajo, eso está entendido por añaduría, pero en la oposición, ¿es real su acuerdo? o son cuotas que se les pagarán más adelante, ahí la interrogante.
No es que busquemos que la oposición se agarre a sombrerazos, pero si es muy extraño que no haya exigencias algunas al actual gobierno, si es por civilidad, y que en mesa si se dieron los cabildeos, entonces que bueno será para los sinaloenses, de no ser así seguiremos pensando que en el poder legislativo es risorio pensar que hay una oposición de peso y que defiendan los agravios de las mayoría.
Cuando el Partido Revolucionario Institucional era mayoría en el poder legislativo, la oposición se hacía patente en la máxima tribuna de los sinaloenses, con temáticas de peso, hacían trascender sus puntos de vista, en ocasiones con uno o dos diputados, había rebeldía política, pero con fundamento social, que buscaban que las minorías se escucharan y fueran tomadas en cuenta. Los que ahora son mayoría hicieron ese frente opositor, nuestro gobernador Rocha debe de recordar cuando tomaba tribuna, y defendía los intereses de sus representados. ¡Sigamos cuidándonos, no seamos neandertales!