Sosoriqui
El análisis político
Por Carlos Rochín
Son diez las denuncias formales por actos de corrupción ante la Fiscalía General del Estado (FGE) las que ahora suma el rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa Jesús Madueña Molina, mismas que evidencian una conducta poco pertinente, carente de inteligencia, por lo que, parece que el tiempo se le ha terminado y, de un momento a otro serán penalizadas.
Para la máxima autoridad de la UAS su “game over” está cantado.
Han sido un sin número de oportunidades que ha desechado para reivindicarse y entrar a través de la alma mater sinaloense en la dirección que los tiempos demandan en aras de la transparencia, pluralidad, igualdad, equidad, etc., a las que solo ha respondido con una escalda de pifias, evasivas e incongruencias.
Es definitivo; no puede existir una apertura al diálogo real, en quien condiciona de forma burda, fuera de toda lógica y al margen de la ley. El rector rosalino propone apertura al diálogo como si el tema se tratara de complacer caprichos, “en esto sí, pero en esto no”.
Para despejar toda duda, el gobernador Rubén Rocha lo dejó claro en su conferencia Semanera pasada: “no estamos jugando, contra la corrupción no estamos jugando”.
En ese contexto, citó los casos de los expresidentes desaforados de Culiacán y Mazatlán, Jesús Estrada y Luis Guillermo Benítez respectivamente, que aún siendo compañeros de partido (morenistas), están librando sendos juicios penales, mismos que los mantiene separado de sus cargos.
Madueña Molina en su modo más cuerdo, en relación a la reforma a la ley orgánica de la Universidad, dice estar de acuerdo con que la elección del rector sea a través de los estudiantes, pero no está de acuerdo en cuanto a la trasparencia, que aunque sean recursos públicos los que maneja la Casa Rosalina, no aceptaría que sea auditada y revisada, desde luego, no en los términos propuestos, que creemos es, en los términos que mandata la ley a toda entidad que maneje recursos públicos.
Cabe señalar también, que el rector Jesús Madueña, fue altamente grosero, arrogante y soberbio con la figura del ejecutivo, al condicionarle que si no iba él personalmente al acto del segundo informe, que no mandara a nadie, que no enviara representación alguna. Eso, a sano juicio de cualquiera, no está bien.
Acto seguido, el Dr. Rocha, además de revelar el motivo de su inasistencia al segundo informe de Madueña, tajantemente puntualizó:
“Ya no quiero que se hable de que va a venir a hacer acuerdos conmigo, se acabó. Él (el rector) también va a poder hacer acuerdos con el juez porque está acusado de comprar irregularmente más de 500 millones de pesos”.
Sin restarle importancia a lo anterior, queda más que claro, que de un momento a otro las citadas denuncias que ahora acumula el líder uaseño se penalizarán, por lo que, una vez vinculado a proceso podría ser objeto de la aplicación de una serie de medidas cautelares dictadas por el juez; entre muchas otras, hasta separarle de forma temporal de su rectorado junto al comité de compras. Ya se verá.
Así pues, la errática escalada de actitudes del rector universitario de perfil vitriólico, que en breve pudiera no ver la suya, ¿no lo creen?
Insistimos, la democratización de la UAS ahora si va en serio.
Al tiempo.
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