Feliciano Castro en la JUCOPO: de operador político a brazo fuerte del gobernador Rocha

OPINIÓN SLIDER

Sosoriqui

El análisis político por:
Carlos Rochín

En lo que va del sexenio a nadie le debe quedar duda el por qué, el presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Congreso del Estado de Sinaloa, Feliciano Castro Meléndrez, está convertido en más que un operador político desde el legislativo; en uno de los brazos fuertes del gobierno Rochista.

Lo anterior, enmarcado en la praxis política que exige la nueva izquierda mexicana (moderada-centro-izquierda), que representa los esfuerzos en el país al presidente Andrés Manuel López Obrador, todo fundamentado en la mística de la Cuarta Transformación.

Castro Meléndrez quien también es el actual coordinador de la fracción parlamentaria de Morena en el Congreso local, no sería el único brazo fuerte de la incipiente era Rochista, aún así, cada vez quedan más claros los porqués de lo pensado de arranque en relación a su perfil para tareas de operación política desde el legislativo; hoy por hoy, sinaloa y los sinaloenses no solo ven al diputado del distrito 13 para los temas de mayor relevancia y de apego estricto a la Ley y la justicia, sino para mucho otros. Dicho de otra forma, el de Gambino, Guasave, pareciera que está en su mejor momento.

Aquí señalamos, sin afán de hacer “mofa” o alarde alguno, ya que en otros casos se ha hecho del uso abusivo y excesivo del poder, quien puede hablar al respecto por haberlo escarmentado en carne propia de qué está hecho el también escritor guasavense, es el ex alcalde desaforado de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, quien más por su errores sociales, políticos y legales —en ese orden—, ahora se encuentra fuera de toda jugada y con ‘chambita’ por hacer y resolver.

En nuestro fino y concienzudo análisis de hoy, el proceso que llevó hasta donde ahora se encuentra Estrada —primero su desafuero y posteriormente a la destitución—,fue el manejo y seguimiento impecable que le dió la Comisión Instructora, cumpliendo todos y cada uno de los apartados del proceso de forma técnica y magistral, y que, por lo delicado del caso, en ninguno de sus puntos tuvo desperdicio. ¿O si?

Ahora todo Culiacán y más allá de sus fronteras en el imaginario colectivo queda el recuerdo del ex alcalde oriundo de Culiacancito que quedó hincado prácticamente ante sus sistemáticos errores. Asimismo, muchos recuerdan al vitriólico personaje como al político al que le ganó su ego profesional,
su soberbia personal y que comportó una conducta ideosa que ahora lo hace ver enemigos hasta donde no los hay.

Lo anterior, trae a colación el tema mediático de mayor relevancia en estos momentos, el cual, dicho por expertos, se torna sumamente delicado, pero que también podría ser visto como “la joya de la corona” de el gobierno del Dr. Rubén Rocha Moya, lo que significaría la liberación real de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) del grupo cuenista y, por ende, del Partido Sinaloense (PAS).

Cabe señalar que más allá de la visión y números que representó en el 2021 la alianza política electoral Morena-PAS; también fue algo de lo que más recriminó la sociedad sinaloense al actual mandatario estatal, en función de que con ello se esfumaba la posibilidad de la liberación de la Máxima Casa de Estudios, aunado que se desobedecía uno de los señalamientos estridentes del presidente de la República.

Así pues, el escándalo político, social y, que también alcanza al educativo, por el cual está atravesando la Casa Rosalina en virtud a la obvia y burda influencia en su administración que la liga miserablemente a los grupos cuenistas, será esta la batalla y prueba más fuerte por superar de sus últimos tiempos.

No obstante todo lo anterior, los grupos de pasistas que lidera Héctor Melesio Cuén Ojeda, y él mismo como su líder moral, en breve deberán entender que la política es de circunstancias y momentos, lo que fue en tiempos de la alianza ya no es, sin poder descartar que pudiera volver a ser; tampoco es un caso de pérdida de los derechos elementales de afinidad o afiliación partidista por estar en la estructura universitaria; el tema que se señala actualmente es otro, y en ese, el rector Jesús Madueña Molina está emplazado a la reflexión por más de una línea.

Sin perder de vista las expresiones hechas por el presidente de la JUCOPO del Congreso, Feliciano Castro, en sentido que: “cualquier reforma a la Ley orgánica de la UAS no se hará al margen de los universitarios”, lo dicho por el gobernador de Sinaloa: “que limpien la UAS de ese partido abusivo”, y lo ventilado por otro de los brazos fuertes de la era Rocha, el secretario general de gobierno, Enrique Inzunza Cazáres; no se busca desaparecer, ni debilitar a la Casa Rosalina, solo se busca liberarla del Partido Sinaloense. ¿Así o más claro?

Al tiempo…

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