Sosoriqui
El análisis político
Por Carlos Rochín
¿A poco a ustedes no les dice algo el título de nuestra entrega?
El tabasqueño y segundo hombre más poderoso en el país, tan solo por debajo del presidente Andrés Manuel López Obrador; Adán Augusto López Hernández, sin duda que se perfila como uno de los aspirantes más fuertes para suceder al ejecutivo federal en el proceso electoral del 2024.
Aunque de arranque, el secretario de Gobernación en un primer momento estuvo en el anonimato desde la gubernatura de Tabasco como posible aspirante a candidato presidencial, recordemos que desde el movimiento popular de la revocación de mandato emprendido por todo lo alto en el país, ya desde entonces sonaba la frase: #QueSigaLópez aludiendo al presidente López Obrador y, a la postre, fue López Hernández quien adoptó la frase después de ser destapado como una de las corcholatas del mandatario nacional.
Sin embargo, en diferentes sondeos se posiciona como puntera en las preferencias electorales a la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, seguida muy de cerca por el canciller mexicano Marcelo Ebrard Casaubón, pero es, el paisano y amigo entrañable de López Obrador, Adán Augusto López, quien en las últimas semanas comporta un mayor crecimiento social, acercándose de forma vertiginosa a los principales punteros del tablero político morenista.
Cabe destacar, que en otro de los contextos, paralelo al de las campañas en favor de Adán Augusto emprendidas por equipos afines en todas las entidades federativas del territorio azteca, los que promueven su imagen y aspiraciones presidenciales, la presencia de quien es considerado también como la “mano derecha” del actual presidente, causa revuelo y marca la agenda mediática no solo local sino nacional.
Para muestra un botón, el día sábado pasado, desde su tierra, Tabasco, en ocasión de la inauguración de un estadio, el encargado de la política interior del país sacudió las plataformas informativas y gran parte de las redes sociales al advertir que podría procederse a investigar a Lorenzo Cordova Vianello consejero presidente en retiro del INE, derivado de actos de corrupción detectados inherentes a su persona y a la de Edmundo Jacobo secretario ejecutivo.
A lo que el vitriólico personaje —Lorenzo Cordova— vía tuiteo reviró:
«Lo dicho: vendrán tiempos de persecución política algo típico de los gobiernos con rasgos autoritarios. Sin embargo, nos vamos del @INEMexico con la frente en alto, con el buen sabor de boca del deber cumplido y listos para dar las batallas que vienen».
Por supuesto, el tuit, como réplica de lo aseverado por Adán Augusto López Hernández al ser cuestionado sobre su opinión del cierre del periodo que por 9 años presidió Cordova Vianello, lo que calificó como el término de una etapa negra del Instituto Nacional Electoral y que precisamente el día de hoy (lunes 3 de marzo) inicia una nueva etapa con la unción de la nueva presidenta y otros tres consejeros más.
Lo que es una realidad con respecto a la sucesión presidencial es que los tiempos se empiezan a cerrar y, de acuerdo al calendario del partido fundado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, será en agosto o en su caso, en el último tercio de este año cuando podría darse a conocer quién será el candidato de Morena a la presidencia de la República en 2024, lo cual se conocerá mediante una encuesta.
Así que, muy pendientes, que la sucesión entró en su cuenta regresiva de cara al 2 de junio del 2024, y junto con Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard; quien está de frente, de lleno creciendo de forma vertiginosa en la justa: #AhoraEsAdán. ¿O no?
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